San Rafael

Ésta sección está dedicada para compartir los avances de l@s que integran la región de San Rafael.

3 comentarios en “San Rafael

  1. Emergencias y convergencias, la alternativa.

    La propuesta es que se vislumbra una emergencia de propuestas alternativas desde la sociedad civil, las escuelas, y las redes de organismos que son una disyuntiva a lo que nuestros gobiernos están ofreciendo desde su quehacer en políticas públicas. Los puntos de partida son las percepciones desde nuestro quehacer en una cooperativa de consumo, en una red y en una escuela pública y del diálogo que surgió entre nosotras.
    En una primera mirada a este acercamiento, vemos que el cooperativismo surge en México como una iniciativa gubernamental que pretende crear espacios para que la población más desfavorecida tenga vías para sustentar su consumo básico de alimentos y enseres para una vida digna, sin embargo, en la medida en que éstas van resultando ser una amenaza para el comercio estructural, las políticas fiscales van cercándolas y obstaculizando las vías para su crecimiento. Pese a todo, las cooperativas se han ido expandiendo lenta pero firmemente apoyándose en lo que actualmente se denomina “Economía solidaria” que surge como una vía de escape al consumismo estructural y que pretende salirse del esquema poco flexible del uso del “dinero” presentando desde monedas alternativas hasta la reivindicación del “trueque” tradicional entre los pueblos indígenas, además de las apuestas por los “bancos del tiempo” Todo esto intentando combatir a la “obsolescencia programada” que nos obliga a desechar los productos a un determinado tiempo para sostener a las fábricas y maquiladoras sus esquemas de producción. Por otra parte, los bazares o las “segundas”, donde se compra y vende productos de medio uso a pesar de la condena pública a la que se exponen los usuarios, imagen fabricada y fortalecida por la mercadotecnia, en donde se penaliza y se declara como “pobres”, “nacos”, “segunderos” a toda persona que abiertamente nutra su esquema de necesidades bajo este patrón.
    Cuando nos preguntamos de qué manera nuestras apuestas por una economía que nos incluya puede afectar al medio en que vivimos y más aún, cómo afectamos a nivel nacional, podemos decir sencillamente que apostamos por la inclusión: se toman en cuenta las necesidades de las personas, se generan empleos –autoempleos-, donde las labores que realiza cada trabajador(a) es más humana; los que ahí trabajamos hemos aprendido a organizarnos, a gestionar las cosas necesarias para tener una tienda. Es todo un proceso de aprendizaje dentro de un grupo que pretende trabajar contra la pobreza. Ahí aprendemos a colaborar, aprendemos unos de otros, y también buscamos apoyar al medio ambiente con productos más naturales que no afecten la salud de las personas.
    Afecta localmente pues la percepción de cada cooperativista va cambiando, se va ampliando y esto repercute en la población quienes van apreciando lo alternativo de este esquema que les incluye. A nivel nacional, ahora más que antes, se nota la emergencia de este esquema de economía solidaria con los intercambios a pequeña escala de alimentos básicos como las verduras o productos de la siembra como los elotes, el maíz o el frijol que son vendidos en pequeños tianguis que a veces se manejan por “trueques”, por intercambio de bienes. O en las ciudades, en donde hay iniciativas más formales y de gran arrastre que van enlazándose a nivel nacional como “colectivos de trueque”, que suelen incluir a los bancos del tiempo y en donde se reivindica a la artesanía como parte constructora de la identidad y expresión de la rica variedad de culturas que somos.
    Desde otra perspectiva, lo que se puede observar desde las escuelas públicas, es la poca libertad para la creatividad en los y las maestras que se tienen que circunscribir a los planes y programas que poco retan al alumnado. A las y los docentes se les pide “hacerse a las formas de la escuela, del equipo docente” y no a las necesidades del alumnado. Los alumnos vienen en ambientes familiares diversos muchos de ellos marcados por la violencia y con una necesidad apremiante de decirse mutuamente lo que viven. Algunos sólo quieren ratos libres o actividades que no les demanden mucho esfuerzo, sin querer integrarse a las actividades escolares. Es importante comprender que no se puede pretender que el alumno se desconecte de su realidad al momento de sentarse en su banca, el contexto ha influido ya en su formación; a veces parece que se trata de enseñarles cosas que no tienen importancia para ellos o a las que no les ven la utilidad o funcionalidad en su ambiente, como si el conocimiento no tuviera nada que ver con la vida real o con los problemas y circunstancias de la cada cultura a la que pertenecen.
    El impacto que podemos logar en las aulas se nota cuando aprovechamos las oportunidades de apoyar ciertos movimientos sociales, de sumarnos a los esfuerzos de otras personas, llevar a nuestras localidades nuevas formas de vida que incluyen a todos. Desde ahí podemos despertar el interés en los jóvenes por lo que pasa en la nación, analizar desde el aula las diversas situaciones que ocurren, sus orígenes, los motivos de tanto descontento social, las alternativas de solución que se están dando a algunas situaciones.
    En las escuelas afectamos a la sociedad de muchas maneras, localmente se nota en las actitudes de búsqueda y aporte que denotan las y los alumnos a las problemáticas locales y en el país, a través de las tendencias hacia la tecnología o hacia las humanidades, al compromiso social al evidenciar posturas políticas frente al acontecer nacional.
    Actualmente el movimiento magisterial disidente ha conmocionado al país con sus reclamos y demandas en contra de la llamada “Reforma educativa” a la que acusan de ser una mera reforma laboral, además de que los planes y programas responden a las iniciativas internacionales como las de la OCDE, en lo particular, y a otras políticas económicas internacionales dictadas por organismos como el Banco Mundial. Lo que hace que este movimiento tenga fuerza es lo cierto de sus demandas y la unidad del magisterio que ha entendido que no pueden estar fragmentados, de modo que dejando atrás sus diferencias, han centrado su atención en lo que les une: desde lo que se alcanza a percibir, sus derechos laborales en primer término y su ideal de lo que debería de ser la educación.

    Un último punto acercamiento a la realidad y que trata de argumentar la premisa de la nueva emergencia de alternatividades se visualiza en la creciente percepción de la urgencia de estar vinculados. En este caso a través de redes entre organismos de la sociedad civil para lograr tener mayores impactos en los cambios sociales vistos como necesarios para un buen vivir.
    Los organismos no gubernamentales, mayormente asociaciones civiles o religiosas, incurren en la acción pública tratando de gestionar las respuestas en política pública a las agendas que los gobiernos no atienden. Es la alternancia de facto a los programas gubernamentales, que en muchos casos no funcionan o no cubren del todo las demandas sociales, o en el peor de los casos, son simulaciones. La mayoría de las Ong’s en México trabajan en DDHH, que cubren desde las violaciones más leve a los derechos laborales, económicos, a la perspectiva e inclusión de género, al derecho a la diversidad sexual, hasta a las desapariciones forzadas, tortura, etc.; otras en desarrollo social, atención pertinente e inclusión a discapacitados, atención y apoyo a migrantes, en el impulso al desarrollo comunitario e incentivando acciones en economía solidaria, etc.
    El creciente cambio hacia una “Democracia Representativa” ha forzado a la sociedad a moverse y ha crecido la creación de “Ong’s” que a su vez han ido encontrando eco y fuerza en la vinculación a través de “Redes” El caso específico de la Red Serrana que aglutina a organizaciones que trabajan con pueblos y comunidades indígenas es un ejemplo de esto.

    El impacto que se genera desde estas vinculaciones siempre es desde la relación que se establece con otros y otras, en la riqueza que esta diferencia de ópticas genera, aún y cuando esa diferencia es igualmente fuente de problemas para el logro de los objetivos. La relación enriquece pero también significa trabas para el avance hacia la dirección deseada que no siempre queda clara más que en el discurso oficial que se declara. A pesar de esto, es la alternativa que se ve, la vinculación; en muchos momentos la única posibilidad de avanzar hacia una Democracia más participativa, o bien, a la creación de un nuevo orden social incluyente.
    No queda claro el rumbo social pero si las inconformidades y los dolores que este sistema socio económico que nos gobierna nos impone; hay una emergencia claramente visible de propuestas sociales alternativas a esta estructura que nos congregan y que nos devuelven esperanzas. Se trata quizá de la creación de muchas nuevas sociedades que rompen el mito de la apuesta de una única visión de sociedad. Por todo el mundo brotan pequeñas propuestas: al convertir jardines públicos en hortalizas comunitarias, o al viajar a través del “goofing” conociendo y trabajando en pequeñas comunidades de autoconsumo. Las iglesias fundamentalistas que han empezado hace ya algunas décadas a propugnar por el “Diálogo interreligioso” antes llamado ecumenismo, todo esto se puede traducir en una implosión de este esquema social que pretendió ser universal y que no ha hecho sino fortalecer nuestras diferencias sin aprovecharlas para el diálogo y la construcción humana.

    Creel, Chih., Julio del 2016.
    Equipo de trabajo conformado por: Gabriela Salmerón, Laura Barragán, Diriana Quintana y Alma Rosa Dozal.

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  2. Muy buenos días tengas todos, mi nombre es Gabriela Salmerón Dominguez. Soy socia de la cooperativa de San Rafael. Trabajo en la comunidad de Monterde como docente de primaria y estoy aquí para aprender de todos, pero lo más importante para conocer los distintos proyectos.

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